Una plataforma de carga de unas tres toneladas, que alguna vez se usó para una misión crítica de actualización de batería en la Estación Espacial Internacional (EEI), ahora se acerca al final de su viaje y se espera que vuelva a entrar en la atmósfera de la Tierra en las próximas horas.
La plataforma, arrojada desde la EEI en marzo de 2021 por el brazo robótico Canadarm2, se enfrenta a una destrucción inminente en la atmósfera de la Tierra tres años después de cumplir su propósito en un importante proyecto de reemplazo de baterías en la estación.
Según el astrónomo Jonathan McDowell, del Harvard-Smithsonian, la paleta no se quemará totalmente. “En el momento del reingreso es probable que alrededor de media tonelada de fragmentos golpeen la superficie de la Tierra”, explicó.
Este es el final de la vía orbital para la pieza más pesada de basura espacial de la EEI, que ha ido cayendo gradualmente hacia la Tierra. El esperado reingreso de la plataforma de carga en la atmósfera de la Tierra se espera para las próximas horas. Pero se desconoce la ubicación exacta del reingreso.
La paleta fue el objeto más grande (en cuanto a masa) jamás desechado desde la Estación Espacial. Según explicó la portavoz de la NASA, Leah Cheshier, es el doble del tanque del sistema de servicio temprano de amoníaco que fue desechado por el astronauta Clay Anderson durante una caminata especial realizada en 2007.
El viaje de la paleta comenzó con una misión para mejorar el sistema de energía de la Estación Espacial. En mayo de 2020, un vehículo espacial de carga japonés llevó la paleta a la EEI con equipos para reemplazar las viejas baterías de níquel-hidrógeno por baterías nuevas y más eficientes de iones de litio. Estas baterías almacenan energía recolectada por el paneles solares de la estación.
Hasta ahora, y a lo largo de seis años, se reemplazaron, en la Estación Espacial Internacional, 48 baterías de níquel-hidrógeno por 24 baterías de iones de litio.